28 de mayo de 2010

TEMA 3. La Imaginación. Pensar lo imposible

En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento.
Albert Einstein  (Científico alemán nacionalizado estadounidense)

Definición de imaginación
La imaginación es un proceso mediante el cual, un individuo manipula información generada intrínsecamente con la finalidad de crear una representación percibida por los sentidos de la mente. La imaginación no necesita tener presenta el objeto en cuestión, sino que utiliza la memoria para manipularlo.



Factores de la Imaginación
Existen varios factores que influyen en la imaginación:
-          Factores de tipo interno: dependen del propio individuo.
-          Factores de tipo externo: dependen del entorno y las circunstancias.
-          Fantasía diurna: se basa en el “soñar despierto”.
-          Fantasía desiderativa: satisfacer nuestros propios deseos.
-          Fantasía del temor: se basan en el miedo al fracaso, miedo a la pérdida, etc.
-          Fantasía lúdica: se basa en la realización de juegos ligados a la actividad imaginativa.
-          Actividad onírica: es la ligada a los sueños, como tal.
-          Imaginación subjetiva y objetiva
-          Fantasía creadora: se basa en la creación de representaciones que no han sido percibidas con los sentidos. No es posible sin la experiencia. Es una manera diferente de transformar la realidad.

Límites de la Imaginación
La imaginación está limitada por el conocimiento, o por el contrario, el conocimiento limita la imaginación. Estas premisas desmitifican los supuestos “alcances ilimitados” de la imaginación como productora de ideas creativas.

Rompiendo los límites de la Imaginación
Cuando la imaginación alcanza un nivel en el cual, el individuo pierde el control absoluto de la realidad que le rodea, y es incapaz de distinguir la realidad de la ficción, entonces hablamos de alucinaciones.
También existen otro tipo de alucinaciones, pero estas son provocadas conscientemente mediante el consumo de fármacos o drogas.
Cabría destacar dos tipos de drogas. Por un lado, las drogas que estimulan el sistema nervioso, provocando en el individuo la realización de actividades y conductas que normalmente no sería capaz de realizar en situaciones normales; por otro lado, las drogas depresivas del sistema nervioso, que provocan en el individuo un desánimo e incluso depresión. Algunos tipos de drogas como el opio, los derivados del cannabis, y otras semejantes provocan una fantasía que difiere mucho de los sueños. La intensidad imaginativa es muy potente, llegando a distorsionar los límites del espacio y el tiempo. Otras drogas como el LSD (Tripis) hacen que el individuo saque al exterior su subconsciente, invitándolo a un viaje por un mundo de delirios y fantasías.

Las personas reales están repletas de seres imaginarios.
Graham Greene (Novelista británico)

Alicia en el país de las Maravillas

-Un lado te hará crecer; el otro menguar.
-¿Un lado de qué?- pensó Alicia. 
- De la seta- dijo la Oruga, con naturalidad

El “inocente” libro de Lewis Carroll, ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS, está repleto de paranoias como todos sabemos (la mayoría de ellas con un argumento detrás), pero una de las más llamativas y que más interesan en este apartado es la referente a las drogas.
Algunos claros ejemplos de ello son aquellos en los que se topa con un frasco que dice “bébeme” y luego con un pastel en el que se lee “cómeme”.
¿La solución a un problema son las drogas? La respuesta más normal sería “no”; sin embargo esa es la opción que le aconseja “La Oruga” y que escoge Alicia para conseguir crecer. No se me malinterprete, con esto no quiero decir que Alicia nos esté dando buen ejemplo o una solución creativa, sino que esta ha inspirado a un director de cine para hacer una parte de una película. Aquí os dejo un fragmento que lo demuestra:

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