28 de mayo de 2010

TEMA 2. Libertad y Bloqueos Creativos

Existen varios tipos de bloqueos creativos; entre ellos destacaremos:

Culturales
Los bloqueos culturales son producto de la presión social sobre el individuo.
En ocasiones no podemos actuar de determinada manera, expresar nuestras ideas, mostrar nuestra personalidad… por los impedimentos que la sociedad nos impone. Un ejemplo de este tipo de bloqueo es el siguiente:

Coyunturales
Debido a ciertas situaciones el sujeto puede sentir algún bloqueo creativo asociado al tiempo y al espacio. Si el sujeto siente algún tipo de presión por parte del entorno, su trabajo creativo se verá condicionado. El tiempo es uno de los inconvenientes más característicos en el proceso creativo. Aquí observaremos un ejemplo claro de ello:

Emocionales
Existen emociones latentes en el ser humano que en ocasiones producen creatividad, y pese a que son estas emociones soterradas las que marcan la diferencia entre lo ordinario y lo singular, es difícil que el individuo las saque a la luz. El bloqueo está en la dificultad de plasmar en un acto o pieza, la creatividad producto de las emociones.
Una emoción que coarta la creatividad muy presente en nuestra sociedad es la vergüenza. Esa vergüenza es producida por el miedo a lo que pensarán los demás, a si estará mal visto por la sociedad, etc.


 ¿Creatividad = Libertad?
Podemos entender la “Libertad Creativa” como la propia libertad de la persona creadora para expresarse de forma absolutamente libre. Por otro lado, podemos asociarla a una elección singular dentro de unas posibilidades limitadas, es decir, “libertad dentro de unos límites”.
Sin embargo, estas dos concepciones chocan, se contradicen. Podemos posicionarnos en una u otra visión de la creatividad, pero no creo que esto sea lo correcto. Me explico: la primera concepción es muy utópica, es como jugar a ser Dios, por así decirlo. Es más, una buena explicación que nos hace rechazar esta premisa creativa es la famosa frase del filósofo griego Parménides de Elea Nada se crea de la nada. Por el contrario es más fácil aceptar la segunda idea de este concepto; entendiendo la LIBERTAD en la Creatividad como una forma de manifestarte dentro de un entorno, de un mundo definido y limitado.

Según Borges, la libertad en la Creatividad debería servir para recuperar en el creador una cierta humildad; pues a fin de cuentas, el creador no es otra cosa que el portador de nuevas perspectivas sobre lo que ya existe (creación limitada).
El creador de novedades se hace esclavo de la tradición, aunque sea para negarla. Esta idea es apoyada por el teólogo y filósofo Nicolás de Cusa, con la “Docta ignorancia”: desprenderse de los conocimientos adquiridos, es hacerse nuevamente inocente.

Bibliografía                                  

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